jueves, 17 de septiembre de 2020

Delineando


 

Delineando los ojos frente al espejo, ¡mi imagen me habla, sin mover los labios! ¿qué estoy diciendo?....¿ mi imagen me habla?.... ¿es posible que desconozca mis propios pensamientos?....¿ o estoy escuchando pensamientos que no pongo en palabras?...¿será mi imaginación?...¿o la voz que escucho, es la mía?...¿entonces es mi pensamiento?...yo no me diría esa cosas….¿o me las digo para salir de la incertidumbre en donde me encuentro?....¿y si lo que me dice mi imagen, es parte del trabajo que hago para levantar mi autoestima?...¿será la nueva forma de ver las cosas?...¿es lo que me dijo el psicólogo?, que aprenda a escuchar lo que pienso y no me atrevo... ¿y mi imagen?…¿escucha lo que estoy pensando?...si las dos escuchamos en voz alta, sería conveniente no pensar que pasaría si las paredes hablaran.

 

Charlybicen

miércoles, 16 de septiembre de 2020

POEMA EN LA LÁPIDA DE ESTEFANÍA



Aquí yace Estefanía,
flaca y aguda mujer,
que bien pudo aguja ser,
pues sólo un ojo tenía.

 Momia, esqueleto de alambre,
en torno a sus huesos vanos
yacen también los gusanos,
pues se murieron de hambre.

domingo, 13 de septiembre de 2020

¡Me golpeó la noticia!

— ¡Me golpeó la noticia! ¡Vení, por favor! ¡Estoy herido! — me dijo por teléfono y me sorprendió. Sin saber mucho de que se trataba, fui hasta su habitación, entré con violencia, empujando la puerta y supuse que la noticia estaba allí, justo detrás  acechándolo, para asestarle el golpe definitivo, traté de ponerme a resguardo cerca de la biblioteca, pero al mismo tiempo, quería rescatarlo a él para que no sufra más. En un rincón acurrucado casi en posición fetal, subido al sillón de pana, que nunca me deja usar, mi amigo presentaba una pálida cara de terror, sus ojos rojos y casi desorbitados, estaban clavados en mí, como si me preguntaran, que estaba pasando.
— ¡Tranquilo, tranquilo! ¿Dónde te golpeó? Le pregunté. Me señaló el pecho, pero como no vi sangre, miré a mí alrededor, me acerqué por el suelo lo más que pude, y encontré a la causante del golpe, entre sus dedos aprisionaba una carta arrugada, de desamor que lo había golpeado, herido y destruido.


Charlybicen

viernes, 4 de septiembre de 2020

La inmiscusión (texto homenaje a Cortázar y Frastraslafra)

La inmiscusión surge cuando él, sangurrió la chapurra y a ella las prominondas le quedaron expuestas. Nunca pudo mandriolar en forma terrupta aquella situación que lo llevó a sangorotear la bopla, mostrando su partona húmeda. La cara que enmardó, dejó ver lo poco que podía oximarla y también con la tormentación que lo marcó en los plucos punchos pasados, sostuvo una actunición rícila y nunca más dejó que gorateasen su denor. Ella sosmiliando entre dientes, acrució la festación, esgundiando como nunca craturarlo hasta florir. El, frastraslafiando el trepiscuño, no aguantó el goñazo y atravesó los pimes como si fuese un redicuente, cayendo superto.
Mardoleja: nunca sangorotees la bopla, si el trepiscuño está goñado.


Charlybicen

jueves, 3 de septiembre de 2020

Mechita, 26 de agosto de 1990.

Sr Julio C
De mi mayor consideración:
                                                Me dirijo a usted, en mi carácter de capataz de la obra en construcción, frente a la Plaza principal del pueblo de Mechita. Nuestro querido pueblo se encuentra en la Provincia de Buenos Aires, sobre la ruta Nacional 5 y pertenece a dos partidos, la mayor parte está en Bragado y otra menor en el partido de Alberti.
Primero, quiero disculparme por no escribir su apellido completo, pues alguien cortó mal el cartel pegado en la oficina y de su apellido sólo se veía la C; también desconozco su cargo en la Municipalidad, el gremio ó si pertenece a la seguridad laboral, ese dato se perdió en el corte, seguramente.
Para que me conozca, tengo 39 años, cursé mis estudios primarios y secundarios, aquí en mi pueblo y soy hijo de padres vascos muy orgullosos de que terminara los estudios, ya que son analfabetos, trabajaron en el campo de sol a sol y jamás recibieron educación.
Le soy sincero, que cuando leí el cartel, se despertó en mí cierta indignación y me llevó a escribirle la presente.
¿Cómo se atreve usted, sentado en vaya a saber  que cómodo sillón, de su fastuosa oficina, tratarnos a todos de ignorantes, al darnos instrucciones para subir una escalera? Que se piensa, que es más que nosotros al describir un escalón (como si nunca hubiéramos visto uno), con tanto lujo de detalles, encima nos marca que el siguiente está más arriba, no sé de qué otra forma se puede subir. Otra cosa, usted no sabe que los pies de un bípedo uno es izquierdo y otro derecho, ¿y envueltos en cuero ó gamuza?, ¿no conoce la palabra calzado? Me parece que como dice mi primo Beto, usted tiene un “mambo” en la cabeza, con razón le resulta difícil explicarlo. Se ve que no cumple su propia norma y algún día levantó los dos juntos y la cabeza sufrió las consecuencias al golpearse.
— ¡Cuídese Julito! Si sigue así un día va poner un cartel que nos enseñe a darle cuerda al reloj. No somos tan brutos, mírese un poco al espejo y no se asuste.
Lamento no conocerlo personalmente, cuando ande cerca de la obra, pregunte por mí y nos vamos a pescar a la laguna, que le va a venir bien.
Lo saludo con respeto y disculpe la presente, que si no se lo decía, explotaba. Un abrazo gaucho de:
                              Regino Sardiazabal
L.E 8 383338


Charlybicen

martes, 1 de septiembre de 2020

POR LA VENTANA (by Charlybicen)

Por la ventana, veo caer la tarde, sobre el horizonte el cielo me sorprende, tiene una luminosidad oro que va pasando poco a poco a celeste y al azul. Veo algunos techos y árboles, a pesar de su cercanía, sólo aprecio su contorno y se transforman, en una figura de cartón recortada puesta allí para tapar la magia del ocaso. ¿Cuánto dura el ocaso?, la puesta del sol así como el amanecer, tienen una magia de espectáculo natural, pero el ocaso, me resulta que conlleva algo más de tristeza.
La nube negra, en un instante, tiene más poder que el sol.
Hoy es un día gris, lluvioso, brumoso; algunos lo definirían, triste. Creo que triste es el aburrimiento, no suele sucederme, ni aburrirme ni estar triste. Será que no puedo permitírmelo, pero, la tristeza sucede sin pedirte permiso, la tristeza no permite hacer nada bien, uno sigue haciendo por el impulso de lo ya hecho o por la obligación de cumplir un compromiso. Otras personas, suelen deprimirse en un día gris ó en un ambiente poco iluminado, el sol, para mí es más que calor y luz, reconozco que sólo el hecho de ver un día soleado, me predispone para estar alegre, sin andar buscando mucho; con el día gris, tengo que buscarle la belleza a todo.
-— ¡Qué bello ocaso! —, a las 18:40, miro por la ventana y aparece un color naranja en el horizonte, que pasa a una mezcla con el celeste, hasta que más arriba, es un celeste pleno. El amanecer se parece mucho, es el mismo cielo y el mismo sol. En las personas especialmente, el ocaso y el amanecer no se parecen, aunque ciertos comportamientos nos ayuden a asociarlos, el olvido de los mayores se parece en algo a la ignorancia de los más pequeños, también el control de esfínteres se parecen, lo fundamental que lo hace distinto es la esperanza. Es probable que los niños mejoren y sepan mucho, con los mayores debemos de tener la paciencia y el amor de lo que significaron cuando los conocimos. Ser feliz en la vejez es un trabajo que lleva toda la vida.

Al igual que mirar por la ventana, la vida puede ser una fiesta si descubrimos la belleza de las pequeñas cosas.