jueves, 20 de enero de 2022

59-¿Por qué doce?

¿Por qué doce? El uso más antiguo conocido del sistema duodecimal fue utilizado por los astrónomos de Mesopotamia. La palabra docena proviene del latin duaodecim, que significa 2 y 10 y hay una relación pues los latinos usaban el decimal. Aún se sigue usando al dividir el año en doce meses, y el día en doce horas diurnas y doce nocturnas. Como cantidad genérica, su uso aún perdura a la hora de vender huevos de gallina (o de otras aves) que se envasan por docenas o medias docenas. En ciertos países, como el norte de Europa y las naciones anglosajonas, los cocineros de pasteles suelen preparar doce unidades a la vez. Las tribus de Israel eran 12, al igual que los apóstoles. Además, es común en algunos países, botellas de cerveza y otras bebidas y algunas frutas en paquetes de doce, como se vendían las bananas y las velas. También las horquillas para el pelo y las agujas se vendían por docena y doce docenas forman una gruesa (144). Las tabletas ahuyenta mosquitos se venden en cajas de 12 o 24. Se cree que su manejo resultaba natural para los humanos porque, utilizando una sola mano, con el dedo pulgar puedes contar hasta 12 usando cada una de las tres falanges de los cuatro dedos restantes. De esa manera, ¡puedes contar hasta 12 utilizando solo los dedos de una mano! Pero ¿qué hacemos con la otra mano? Si utilizamos esta vez la otra mano para contar docenas, como tenemos 5 dedos podríamos contar 5 docenas, que son 60. Se cree que ésta es la razón por la que los babilonios eligieron el sistema sexagesimal para contar de sesenta en sesenta, que es el sistema que hemos heredado nosotros para medir los ángulos en geometría y los minutos y segundos en la medida del tiempo, además de utilizar la docena con las 12 horas del reloj. El número 10 tiene cuatro divisores: 1, 2, 5 y 10. Por su parte, al 12 lo dividen el 1, 2, 3, 4, 6, 12. Por ello, la docena resulta mucho más conveniente a la hora de realizar repartos y almacenar objetos. Aunque ya sabemos que la docena está formada por doce unidades, existe una rara excepción en la que no es así. En el mundo medieval anglosajón, los panaderos que engañaban a sus clientes eran castigados severamente. Para evitarlo, decidieron incluir una unidad más a las docenas de panes que vendían para, de ese modo, evitar quedarse cortos y que nadie les pudiese recriminar una supuesta mala fe en su intercambio comercial. Por ello, a veces se utiliza la docena del panadero para referir al conjunto formado por 13 unidades de algo. Hoy se suele decir: doce de hoy y una de ayer.                                                                                                             Curiosidades by                                                                                                         Charlie Zerzer Agosti



 

jueves, 6 de enero de 2022

058-Noche de Reyes




 058-Noche de Reyes

Esa noche del 5 de enero, con la expectativa que le daban esos siete años de vida, fue presuroso hacia la vereda, a cortar el pasto para alimentar a los camellos y lo colocó junto al tazón de agua. Todo rápido ya que la mamá le dijo que se durmiera temprano así podían pasar los Reyes a dejarle su regalo. Puso los mejores zapatitos que tenía, los de charol, junto a la puerta, el pasto y el agua.

Al despertar, se levantó y desarmó velozmente, el paquete sobre los zapatos, miró con asombro que no había agua en el tazón y el pasto estaba un poco desparramado, pensó en lo desprolijos que son los camellos al comer. Tomó la cuerda que colgaba del camión y lo arrastró por todo el patio, hasta que le pidió a papá, que lo llevara a la vereda para jugar y mostrárselo a todos.

Papá le propuso, dar la vuelta manzana; al girar la esquina, estaba la casa más hermosa del barrio; entonces se quedó como paralizado y con los ojos que no le cabían en sus órbitas, vio en la vereda, al nene de la casa subido al auto a pedal más hermoso de toda la tierra. Casi balbuceando exclamó: — ¡Mirá papá, el auto de Fangio! — ¡Mirá es azul y amarillo! — ¡Mirá las ruedas! — ¡Mirá el volante, es igual! — ¡Mirá…Mirá…Mirá….

Hoy, cuando ve una foto de Fangio con ese auto de carreras, no piensa en él ni en sus innumerables triunfos por todo el mundo. Visitó su museo en Balcarce, donde había hermosos y famosos autos. Pero el más maravilloso y mágico, que vio en su vida, será el que tenía el nene de la casa más hermosa del barrio.

 

Charlybicen