jueves, 3 de septiembre de 2020

Mechita, 26 de agosto de 1990.

Sr Julio C
De mi mayor consideración:
                                                Me dirijo a usted, en mi carácter de capataz de la obra en construcción, frente a la Plaza principal del pueblo de Mechita. Nuestro querido pueblo se encuentra en la Provincia de Buenos Aires, sobre la ruta Nacional 5 y pertenece a dos partidos, la mayor parte está en Bragado y otra menor en el partido de Alberti.
Primero, quiero disculparme por no escribir su apellido completo, pues alguien cortó mal el cartel pegado en la oficina y de su apellido sólo se veía la C; también desconozco su cargo en la Municipalidad, el gremio ó si pertenece a la seguridad laboral, ese dato se perdió en el corte, seguramente.
Para que me conozca, tengo 39 años, cursé mis estudios primarios y secundarios, aquí en mi pueblo y soy hijo de padres vascos muy orgullosos de que terminara los estudios, ya que son analfabetos, trabajaron en el campo de sol a sol y jamás recibieron educación.
Le soy sincero, que cuando leí el cartel, se despertó en mí cierta indignación y me llevó a escribirle la presente.
¿Cómo se atreve usted, sentado en vaya a saber  que cómodo sillón, de su fastuosa oficina, tratarnos a todos de ignorantes, al darnos instrucciones para subir una escalera? Que se piensa, que es más que nosotros al describir un escalón (como si nunca hubiéramos visto uno), con tanto lujo de detalles, encima nos marca que el siguiente está más arriba, no sé de qué otra forma se puede subir. Otra cosa, usted no sabe que los pies de un bípedo uno es izquierdo y otro derecho, ¿y envueltos en cuero ó gamuza?, ¿no conoce la palabra calzado? Me parece que como dice mi primo Beto, usted tiene un “mambo” en la cabeza, con razón le resulta difícil explicarlo. Se ve que no cumple su propia norma y algún día levantó los dos juntos y la cabeza sufrió las consecuencias al golpearse.
— ¡Cuídese Julito! Si sigue así un día va poner un cartel que nos enseñe a darle cuerda al reloj. No somos tan brutos, mírese un poco al espejo y no se asuste.
Lamento no conocerlo personalmente, cuando ande cerca de la obra, pregunte por mí y nos vamos a pescar a la laguna, que le va a venir bien.
Lo saludo con respeto y disculpe la presente, que si no se lo decía, explotaba. Un abrazo gaucho de:
                              Regino Sardiazabal
L.E 8 383338


Charlybicen

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