domingo, 4 de octubre de 2020

La segunda

La segunda agresión verbal que recibí de su parte, cuando se acercó, se refirió a mi sexualidad. La rodeó de confusos argumentos. Traté de no contestar sus ofensas y continué mi tarea de reparar el portón, enderezando el ángulo desfigurado por el impacto que produjo el frente de su vehículo…... Pensar que apenas si cumplió el primer año desde que se lo di como regalo de aniversario. Sé que nuestra relación venía deteriorándose hace tiempo, pero tratando de ser positivo, imaginé que un regalo….un regalo la calmaría. Cuando la sorprendí con el auto, hacía dos días que habíamos discutido, no le gustó que echara a Ruth, nuestra empleada doméstica, luego de que faltaran de mi escritorio un fajo de diez mil dólares, una semana más tarde tampoco encontré otros cinco mil guardados en mi dormitorio (hacía un año que cada uno tenía el suyo, aunque de vez en cuando, nos visitábamos).

 Hace dos meses, en medio de nuestro momento de pasión, como traído de otro mundo me confesó que se acostaba con Peter, mi cuñado y descaradamente, dijo que el dinero que faltó en casa, lo tomó ella, pero no como arrepentida, si no con altanería, descalificando mi persona, lanzándome improperios, desde inútil al infinito. Un sudor frío corrió por mi espalda. Tratando de contener la ira y sin ropas, abandoné su habitación sin pronunciar palabras, y no la volví a ver hasta el nueve de octubre. Ese fue el día con el que comencé el relato y sigo.

Luego de girar, incorporándome para mirarla de frente, no podía creer que viniese a atacarme, pero esta vez, junté toda la ira acumulada de tanto callarme y con la barreta que tenía en la mano derecha, le descargué una serie de golpes y solo me detuve cuando resbalando en el charco de sangre, caí sobre su cuerpo ya sin vida y perdí toda conciencia, hasta que desperté en el hospital.

Eso señor Juez, es lo que tengo para declarar.

Charlybicen


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario