Versero, no me robes más tiempo, me dijiste a mí, a mí, que tengo las manos limpias.
Siento mariposas en el estómago, repetías. Suena fuerte el tambor de tu pecho, murmurabas.
Con tus dientes de marfil y tus labios de pétalos perfumados, mi corazón era un manantial de alegría.
Cuando me abriste las ventanas de tu alma, pensaba que ese lugar era un paraíso.
Hoy se escucha el murmullo del río y me golpeó la notica.
Me partió el alma. Me rompió el corazón.
Llorás ríos de lágrimas, lágrimas de cocodrilo.
Ahora, sos como un sueño. Pensabas que me llevabas por el camino del calvario.
Que caminaba por las paredes, echando chispas.
Pero hoy.
Alguien me robó una sonrisa.
Charlybicen
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